Nuestra Señora de las Lágrimas en su Desamparo

Nuestra Señora de las Lágrimas en su Desamparo es una imagen de autoría anónima, que –al haber sido titular de una hermandad de los Dolores fundada en los años finales del siglo XVII– tuvo que ser tallada, como mínimo, en la fecha citada (último tercio del siglo XVII), si bien algunas opiniones adelantan su creación hasta un siglo antes.
Su aspecto externo no difiere sustancialmente del de tantas otras imágenes de su estilo y época: es una imagen de vestir, con una estatura de 1,64 metros, ojos grandes con pestañas naturales y lágrimas de cristal, a razón de cuatro por mejilla, y boca entreabierta que deja ver algunos dientes. Parece ser que las manos son de época posterior.
Al hacerse cargo de la efigie la hermandad de la Misericordia, en 1950, fue sometida a una primera restauración por Rafael Díaz Fernández; en dicha restauración se descubrió que el rostro no es de madera tallada, sino de terracota policromada.
Otra restauración, que consistió exclusivamente en la reparación de algunas pequeñas grietas, le fue practicada a la imagen en 1978 por Manuel Camacho Melero. En 1987 Ignacio Torronteras Paz le hizo un nuevo candelero y adelantó ligerísimamente su torso.
En 2009 la imagen fue objeto de una sustancial restauración realizada por Enrique Ortega.