Una familia cofrade, muy devota de Nuestra Señora de las Lágrimas en su Desamparo, y cuyo nombre han pedido que se mantenga en el anonimato, ha enriquecido el patrimonio de nuestra Hermandad con la donación, para la imagen de Nuestra Señora, de dos puñales y dos collares.
Se trata de piezas de distintas procedencias que han sido preparadas o restauradas por un orfebre cordobés.
Uno de los puñales, concebido para su uso diario, es cincelado y dorado procede de un anticuario de Sevilla. En la cúspide -el tramo vertical sobre el travesaño- ostenta la figura de un ángel, y en los brazos contiene pequeñas piedras que han sido sustituidas por el citado orfebre.
El segundo puñal, destinado para las ocasiones más solemnes, está confeccionado en oro y plata, y contiene amatistas y zafiros de Brasil y cristales de Swarovski. Ha sido diseñado y realizado por el artista aludido.
En cuanto a los collares, uno de ellos muestra una doble fila de perlas cultivadas que se unen en dos estrellas de plata y oro con madreperlas y detalles de cristal de Swarovski; el segundo, por su parte, es un collar de mediados del siglo XIX con filigrana y amatistas, al que se han añadido nueve perlas de Tahití que representan las Lágrimas de Nuestra Señora y dos broches que lo complementan en los extremos.
Con estas donaciones, que el Hermano Mayor agradeció a los donantes en nombre de la Hermandad, se enriquece notablemente el patrimonio para el exorno de nuestra Titular.